Comunidad LGBT cubana quiere tener la boda de sus «sueños»

Comunidad LGBT cubana quiere tener la boda de sus "sueños"

HAVANA, 17 mayo (AFP)  El sueño de Alfredo, un peluquero cubano de 31 años, es llegar vestido de blanco encima de un viejo convertible rojo a una iglesia de La Habana.

Con un grupo de actores recreó la escena en un original proyecto en internet, mientras Cuba discute el matrimonio igualitario.Al empezar la pandemia el año pasado, Alfredo de Armas cerró su peluquería y empezó a atender a clientas en su pequeño departamento del último piso en un edificio de La Habana Vieja.

Su pareja, Fernando Conde, un actor de 39 años, y Yasmany Colina, director de teatro de 33, perdieron sus empleos. De aburrimiento se les ocurrió crear «Las hermanas algo».En estos cortos, protagonizados por Alfredo y Yasmany travestidos como dos amigas -una rica y otra pobre- presentan sus cómicos enredos en YouTube y Facebook.

En el último capítulo, la amiga malvada llega radiante a la ceremonia nupcial en un descapotable, mientras que la buena apenas consigue un bicitaxi. «Lo hicimos con un mensaje muy puntual porque se está acercando el día de la lucha contra la homofobia», dice Fernando, quien hace las veces de productor.

La comunidad LGBT cubana solía mostrarse a sus anchas en una marcha callejera a mediados de mayo, que por tercer año ha sido cancelada. Los dos últimos a causa del covid-19.

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«A cualquier precio»

El corto refleja «una problemática entre nosotros los gays (…) que estamos deseando desde hace tiempo el matrimonio igualitario», explica Alfredo durante un descanso de la grabación, con su vaporoso vestido en medio de una turística calle de La Habana, rodeado de niños curiosos y juguetones.

«Decidimos hacerlo como una boda gay (…) simulando lo que sería la perspectiva de nosotros, el transformismo, y nos ha parecido genial» que se pueda conseguir «este sueño de casarnos», agrega satisfecho tras horas de maquillaje.La comunidad LGBT creyó que lo lograría cuando se incluyó en una propuesta de la nueva Constitución, antes de ser aprobada en 2019.

Había un artículo que definía el matrimonio como la unión «entre dos personas» en lugar de la fórmula anterior, «entre un hombre y una mujer». Finalmente fue eliminado y las autoridades dijeron entonces que se incorporaría en la modificación del Código de Familia que será sometido a referendo. Sin embargo, siguen las resistencias.

Un vocero de los Obispos Católicos de Cuba dijo a la AFP que esta institución religiosa mantiene su postura contra esa modificación.Angel Toledo, vicerector de la evangélica Universidad Teológica Pentecostal de Cuba, indicó de su lado, que su iglesia no está «para nada de acuerdo con eso», y recordó que el gobierno conoce su posición basada en principios bíblicos que defenderán «a cualquier precio».

La Gaceta Oficial anunció a principios de mayo la creación de una comisión oficial para redactar un nuevo texto del Código de Familia que se espera que incluya la autorización para el matrimonio igualitario.»Es inminente la modificación del vigente Código de Familia (…) por lo que sensibilizar y educar a la población cubana es un imperativo», dijo en una nota de prensa el Centro Nacional de Educación Sexual CENESEX, dirigido por Mariela Castro, hija del expresidente y exlíder del Partido Comunista Raúl Castro.Comunidad LGBT cubana quiere tener la boda de sus "sueños"

– «Si eres diferente, resiste» –

Una campaña educativa «no es necesaria porque ya la gente conoce el problema, aquí nadie de hoy a mañana se va sensibilizar», dice Yasmany con la mirada baja dejando ver sus grandes párpados sombreados de verde.Respecto a la comisión, considera que ninguno de los 31 diputados que la integra «tiene una orientación sexual como la nuestra.

Debería haber una parte que estuviera bien identificada», dice seriamente. «Si dependemos de ellos (…) que lo hagan pensando en el bien que van a hacer».Yasmany reconoce haber sufrido ofensas al interpretar papeles de homosexual, pero Fernando dice que el teatro «no es un medio complicado para aceptar tu sexualidad».

Sus historias no han sido fáciles, pero los tres agradecen haber tenido en sus familias aceptación y amor para asumir plenamente su preferencia sexual y desarrollarse profesionalmente.Tampoco les tocó vivir la marginación que enfrentaron los homosexuales en las décadas de 1960 y 1970, cuando se aplicó una dura política cuyo punto culminante fueron las unidades militares de ayuda a la producción UMAP, que eran campos de trabajo agrícolas a donde eran enviados.

Ahora muchos hacen el servicio militar, hay bares gays y algunos «se atreven a salir de la mano con su pareja», dice Yasmany, que lleva tatuada en la piel una pareja bajo un paraguas del que cae una lluvia de colores y la frase: «Si eres diferente, resiste»