Una empresa estatal de Camagüey captura langosta para exportar, en los mares sin peces de Cuba
LA HABANA, 30 oct. La Empresa Pesquera Industrial de Santa Cruz del Sur Argélico Lara Correa, de Camagüey, espera capturar más de 250 toneladas (t) de langosta al cierre de 2023 para exportar. A la vez, trabaja para importar embutidos y conformados para el consumo de la población.
De la cantidad planificada para cumplir el plan de exportaciones y mejorar los índices económicos de la empresa, han sido capturadas 188. 3 t, según informó Nelson Toledo Cabrera, director general de EPISUR a la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN).
El directivo dijo que la empresa muestra hoy indicadores positivos «al cumplir con las ventas, los ingresos, un nivel adecuado de gastos y el salario medio de los trabajadores supera los 10.000 pesos», citó ACN.
La mencionada suma indica que esos trabajadores ganan unos 100 dólares al mes, según el cambio oficial de 1 dólar por 120 pesos cubanos. En el mercado informal, sus salarios equivalen a menos de 50 dólares. No obstante, esos sueldos quintuplican el salario mínimo en Cuba que quedó fijado en 2.100 pesos, con la implementación de la Tarea Ordenamiento.
Mientras EPISUR planea pescar 250 t para la exportación al cierre del año, dentro del plantel industrial trabaja «en la importación de una nueva línea de embutidos y conformados que incrementará notablemente las producciones destinadas a la población a través de la comercialización en pescaderías y puntos de venta», según explicó Toledo Cabrera.
Mientras el régimen exporta langosta, los cubanos padecen hambre y aumentan las personas que mendigan o buscan comida en los contenedores de basura. La importación de, al menos «embutidos y conformados» aparece como una esperanza, si los productos se venden a precios que los bolsillos de la población puedan costear.
El hecho de que EPISUR esté a punto de cumplir su meta de captura de langosta para exportar en 2023 contrasta con las explicaciones gubernamentales para la ausencia del pescado en la dieta de los cubanos.
Esas explicaciones han ido desde la falta de peces en las aguas cubanas hasta los más de 60 barcos que están parados en el país por falta de motor.
En junio, la viceministra de la Industria Alimentaria, Mydalis Naranjo Blanco, dijo en el programa radiotelevisivo Mesa Redonda que los mares que rodean la Isla no tienen peces suficientes para el consumo de los cubanos.
Poco más de una semana después, el Gobierno anunció la exportación de 94 toneladas de camarón rosado capturado en el mar Caribe, al sur Ciego de Ávila.
Además, a través del sitio Trading Economics y a la base de datos Comtrade de las Naciones Unidas, representativa de más del 99% del comercio mundial de mercancías— que, contrario a lo que dicen los funcionarios oficiales, sí hay producción pesquera en Cuba. Pero no para los habitantes de la Isla.
De acuerdo con las cifras oficiales de Canadá, ese país importó solo en 2022 productos de los mares cubanos por un valor de 9,44 millones de dólares, por debajo de los 11 millones de 2021 y de los casi 12 millones de 2019.
Este mes, el ministro de la Industria Alimentaria, Manuel Sobrino Martínez dijo que en el país hay más de 60 barcos parados, por lo que «la actividad pesquera no anda bien este año».
Según Sobrino, el plan se ha cumplido hasta el momento solo en un 58%, con un 23% menos de lo que se hizo en 2022. «Tenemos más de 60 barcos parados en el país.
Un motor de un barco oscila entre los 25.000 y los 40.000 dólares, los suministradores habituales de esa tecnología no nos quieren vender o quieren que se les entregue el dinero por adelantado», justificó.