Tacón, única calle adoquinada de madera en La Habana

Tacón, única calle adoquinada de madera en La Habana

LA HABANA, 26 Abril Las calles del entorno colonial habanero hoy están prácticamente vacías. Son tiempos de pandemia que llevan al distanciamiento social. Una vez que  se vuelva a la normalidad, centenares de lugareños y visitantes poblarán de nuevo esta atractiva zona.

Tacón es, sin duda alguna, uno de los espacios más concurridos. Al ahondar en sus orígenes, conocimos que se trata de una de las antiguas vías de comunicación del Centro Histórico. La adoquinada ruta fue declarada de uso peatonal para permitir el acceso a la Plaza de Armas y al Museo de la Ciudad,  se hace m´s bella con  las recuperadas rejas y fachadas originales.

Recibió su nombre en memoria de Don Miguel Tacón y Rosique, militar y político español, quien fue Capitán General de la Isla de 1834 a 1838. A comienzos del siglo XIX la pavimentación de las calles habaneras era pésima, pues en muchas se habían arrancado las chinas pelonas, por el ruido que producían los carruajes al transitar por ellas. Las sustituían por cabezotes de piedra rellenos con tierra, pero tan mal hechos que los aguaceros las dejaban intransitables, con huecos en un lugar y montones de piedra en otros.Tacón, única calle adoquinada de madera en La Habana

Esta situación obligaba a los conductores de coches a mantener una rueda por encima de las aceras, para evitar, de alguna manera, los baches, mientras los dueños de viviendas se sentían perjudicados y comenzaron a levantar frente a sus casas peldaños de madera o piedra, mientras, en las esquinas, los comerciantes enterraban cañones o grandes postes de madera, que aún pueden verse en algunos lugares.

En 1841 el ingeniero Evaristo Carrillo ensayó el adoquinamiento de madera frente al Palacio de los Capitanes Generales. Pero cinco meses más tarde, una comisión determinó que el enmaderamieno no servía, por ser costoso y de poca duración. La única calle que quedó de madera, fue la de Tacón.

A mediados del siglo XVIII, en el comienzo de la vía, conocido como el Boquete de las Pimientas -por unas señoras así llamadas-, se estableció la carnicería de los militares y luego la pescadería, y en el diecinueve estuvo en esta calle el famoso café de Arillaga.

El 31 de mayo de 1834 llegaba a La Habana como Capitán General el teniente general don Miguel Tacón y Rosique. Para este señor había en Cuba dos clases de personas: los buenos y los malos, es decir, los españoles y los criollos; hizo muchas obras públicas, combatió la vagancia, el juego y el bandolerismo, pero gobernó a taconazos.

Así, hacia la cuarta década del siglo XIX muchos lugares de La Habana recibieron el nombre de Tacón: una puerta del Campo de Marte, una calle y un paseo; también un teatro, un mercado, la cárcel y una pescadería.

Fuente  www.radiociudadhabana.icrt.cu