Miles de cubanos que utilizan Nicaragua como ruta para llegar a Estados Unidos
LA HABANA, 24 marzo Desde finales de 2021, miles de cubanos han encontrado una alternativa azarosa para emigrar a EE.UU.: a través de Nicaragua.En noviembre pasado, el gobierno de Daniel Ortega anunció que levantaba los requerimientos de visa para cubanos -uno de los pocos países de la región en hacerlo- lo que ha generado desde entonces una salida multitudinaria de la isla.
De acuerdo con datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), casi 40.000 cubanos llegaron a la frontera sur entre noviembre de 2021 y febrero de 2022.
En todo el año fiscal anterior, entre octubre de 2020 y octubre de 2021, la cifra fue de poco más de 38.000.
Y si bien es imposible saber cuántos de ese total emigraron vía Nicaragua, se puede hacer una idea si tenemos en cuenta que en octubre de 2021 -el mes previo a que Ortega eliminara el requisito de visa- el número de los que llegaron a la frontera de EE.UU. oscilaba en los 5.000, y en febrero de este año superaban los 16.000.
“Es una especie de Mariel silencioso. Los números y los testimonios que llegan de la cantidad de gente que se está lanzando a través de Nicaragua es preocupante y lógicamente genera una situación de crisis migratoria, no solo en EE.UU. sino también en países de Centroamérica y México”, explica a BBC Mundo Jorge Duany, experto en tema migratorios de la Universidad Internacional de Florida.
BBC Mundo contactó con el Centro de Prensa Internacional de Cuba y con el Instituto de Turismo (INTUR) y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua para conocer las posiciones oficiales de ambos gobiernos sobre este tema, pero no tuvo respuesta inmediata.
No obstante, en su justificación de la medida al momento de ser anunciada, Nicaragua indicó que se trataba de una posición humanitaria “ante la cantidad de solicitudes de hermanos ciudadanos cubanos con familiares” en el país centroamericano.
Indicaron, además, que buscaba también facilitar los viajes que realizan muchos cubanos para adquirir productos en Nicaragua para luego revender en la isla (y para lo que antes necesitaban una visa).
“Esa fue la razón oficial. Una segunda lectura lleva a considerar que se trata de una alianza estratégica entre los gobiernos de Nicaragua y Cuba que sirve de válvula de escape a las presiones económicas y políticas que se están dando en la isla en los últimos tiempos. Y también, como una forma de presionar al gobierno de EE.UU.”, opina Duany.
La fuga
“Yo vine con dinero prestado, pero hay gente que ha vendido sus casas y todo lo que tienen adentro para poderse comprar el pasaje”, cuenta Carlos a BBC Mundo*, un cubano de 38 años que llegó en febrero a Miami via Nicaragua.
Es una ruta inusual para habitantes de la isla, quienes recurrieron por años a botes viejos o improvisados e incluso, balsas hechas con neumáticos inflados para llegar a Florida.
De acuerdo con Duany, muchas personas se han sentido animadas a hacer el viaje por aire y tierra ahora dado es menos riesgoso que la travesía por mar y porque el gobierno de Joe Biden ha suavizado algunas de las restricciones migratorias de la era de Trump, por lo que gran parte de los migrantes son liberados a los pocos días, en lugar de ser retenido por largo tiempo o devueltos a México, como pasaba generalmente con el gobierno anterior.
En un comunicado enviado a BBC Mundo, la CBP alertó que todavía continúan expulsando migrantes.
“Nuestras fronteras no están abiertas y la gente no debería hacer este peligroso viaje. Las personas y las familias están sujetas a restricciones fronterizas, incluida la expulsión. La migración irregular representa una amenaza importante para la salud y el bienestar de las comunidades fronterizas y para la vida de los propios migrantes y no debe intentarse”, indicó un vocero.
Las autoridades Cuba no se ha referido oficialmente a la nueva ruta de migrantes a través de Nicaragua, aunque el gobierno de Managua ha negado que el país esté siendo utilizado como trampolín para emigrar a EE.UU.
En cambio, el ministerio de Turismo de Nicaragua aseguró el año pasado que los cubanos iban al país centroamericano “para disfrutar de los volcanes”.
“Ellos son amantes de nuestros volcanes. Ellos no tienen volcanes, entonces es impresionante para ellos que nosotros tengamos ese volcán de lago de lava activo y que lo pueden ver de cerca”, dijo a EFE la directora de Promoción y Mercado del INTUR, Ana Carolina García.
Altos precios
La alta demanda en los trayectos entre La Habana y Managua ha conllevado a que los precios de los vuelos se disparen.
“La gente está como loca buscando los pasajes. Se hacen colas kilométricas frente a las agencias esperando a ver si hay algún boleto. Están dispuestos a pagar lo que sea”, dice Carlos.
Una búsqueda realizada por BBC Mundo mostraban que pasajes para la ruta La Habana a Managua en aerolíneas que cubren esos destinos (incluidos con escala) están agotados para numerosos días y, los que estaban aún disponibles, tenían precios que oscilaban entre los US$3.000 y US$4.000.
“Yo salí desde Pinar del Río (en el occidente de la isla) y me fui por carretera hasta Holguín (en el oriente, a casi 900 km) porque fue donde conseguí el vuelo a Managua, con escala en República Dominicana.
Es cazar los vuelos a ver por dónde te puedes ir”, cuenta Luisa*, una cubana que llegó a EE.UU. en enero pasado.
Tanto Luisa como Carlos aseguran que, además de los boletos de avión, luego tienen que pagar altas sumas a coyotes que los trasladan, muchas veces en caravanas de carros hasta la frontera.
“Cuando llegas a Nicaragua te están esperando y de ahí te llevan rumbo a Honduras. Cuesta como promedio unos US$10.000 en total porque no es solo el pasaje carísimo, sino que es dándole dinero a los coyotes por cada país que pasas y dándole dinero a los policías si te paran para que no te lleven preso y te deporten”, relata Carlos.
Dada la escasez de vuelos directos entre Cuba y Nicaragua, muchos han tenido que recurrir a viajes por terceros países, ya sea en el Caribe o Centroamérica.
“Yo pasé por cinco países, monté aviones, rastras, botes, buses, camiones llenos de mierda de vaca… Crucé la selva, subí lomas que pensé que moría. Salí de Cuba el 22 de diciembre y llegué finalmente a la frontera el 10 de enero de este año”, narra Luisa.
La situación ha generado que varias naciones del área comiencen a imponer restricciones para el paso de cubanos por sus aeropuertos.
Colombia anunció el mes pasado que requeriría una visa de tránsito para cubanos que quisieran hacer escala en su territorio y más recientemente, Panamá y Costa Rica también pusieron en práctica una regulación similar.
El anuncio de estos últimos generó una protesta multitudinaria frente a las embajadas de estos país en La Habana, principalmente entre personas que ya habían comprado sus vuelos con escalas en Bogotá o San José.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció la semana pasada que visitaría Cuba en mayo próximo para abordar, entre otros asuntos, el tema migratorio.