Fans de la leyenda Harley-Davidson se dan cita en Varadero

Fans de la leyenda Harley-Davidson se dan cita en Varadero

LA HABANA, 14, feb. Fanáticos de la leyenda de Harley-Davidson como Carlos Pupo Sablon, un cubano de 34 años, no escatimaron esfuerzos: se levantó a las 4 de la mañana,viajó 13 horas en una motocicleta para cubrir 660 km y, a pesar de las dificultades para encontrar gasolina en el camino, finalmente encontró a sus compañeros entusiastas de Harley-Davidson.

En Cuba no son sólo los viejos sedán los que te transportan en el tiempo: unas 200 Harley-Davidson, muchas de ellas viejas, fracasan en la isla, reparadas, transformadas, mimadas por entusiastas.

Una vez al año, desde hace diez años, se reúnen durante un fin de semana largo en Varadero, balneario a 145 km al este de La Habana, para «compartir la pasión», según explicó uno de los organizadores, Raúl Brito, de 60 años, orgulloso dueño de un 1960. Harley, el «último modelo en entrar a la isla» tras la revolución de 1959.

Fans de la leyenda Harley-Davidson se dan cita en Varadero

Fans de la leyenda Harley-Davidson se dan cita en Varadero Una Harley-Davidson en un encuentro de entusiastas, 11 de febrero de 2023 en Varadero, Cuba © YAMIL LAGE / AFP

Hasta esa fecha, las Harley-Davidson, la más legendaria de las motocicletas americanas, se contaban por miles en la isla, donde incluso la policía las equipaba. Entonces la estigmatización de todo lo que venía de Estados Unidos en los primeros años del poder comunista los arrojó a la sombra, pero sin poder jamás apagar la llama de los aficionados.

Antonio Ramírez, de 60 años, ex taxista de La Habana convertido en mecánico, posee cuatro Harleys, incluido un triciclo naranja personalizado.

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Su primera moto fue de su abuelo, luego de su padre «que la usaba para ir a trabajar». Hoy, “las compro por partes y las restauro”, dice, vestido con una chaqueta negra y un pañuelo en la cabeza.

Todos coinciden en que la apertura de enlaces, gracias en particular al desarrollo del turismo, facilita desde hace varios años la llegada de repuestos originales para reparaciones gracias a «familiares, amigos, extranjeros» que viajan a la isla.

“Antes era más difícil, había que inventarlo todo. Hoy es más fácil importar piezas, pero muchas se siguen haciendo a mano”, explica Sergio Sánchez, mecánico profesional de Pinar del Río, a 300 km de distancia.

Fans de la leyenda Harley-Davidson se dan cita en Varadero

Fans de la leyenda Harley-Davidson se dan cita en Varadero Una Harley-Davidson antigua en una reunión de entusiastas, 11 de febrero de 20223 en Varadero, Cuba © YAMIL LAGE / AFP

De hecho, “no quedan muchas Harleys originales, casi ninguna, por la falta de piezas”, explica el que de adolescente robaba la Harley de su padre, tan apasionado era. . “Un pistón de 1947 es imposible de encontrar hoy”, señala.

«Museo al aire libre»

Como para muchos productos en una isla bajo embargo estadounidense y que sufre escasez recurrente, el intercambio de buenos tips se hace de boca en boca y en su versión moderna, los grupos de Whatsapp.

Este año, Sergio Sánchez llegó al mitin con una Harley blanca y negra de 1947 que la policía usaba en ese momento.

Fans de la leyenda Harley-Davidson se dan cita en Varadero

Motociclistas en Harley-Davidson, durante un encuentro de entusiastas, 11 de febrero de 2023 en Varadero, Cuba © YAMIL LAGE / AFP

En buen estado, fue restaurado en «6 meses de 2019» porque el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos tres años antes había disparado la llegada de viajeros y por ende las posibilidades de entrada de monedas, dice Sandy Léon, de 46 años. que participó en la restauración.

“Hoy es más complicado y más caro”, dice en alusión al enfriamiento de las relaciones entre Washington y La Habana, y a la crisis económica que golpea al país con la depreciación del peso cubano.

Carlos Pupo Sablón, que recorrió los 660 km que separan a Varadero de su provincia de Holguín (este), ganó el premio al participante que recorrió la mayor distancia para llegar al rally y llegó a un acuerdo con un canadiense.

Este último, también ferviente hincha, aportó el presupuesto (15.000 dólares) para que Carlos pudiera comprar su moto a una familia cubana que la tenía “desde que salió de fábrica en 1951”.

Mecánico profesional, Carlos se encargó de restaurarlo «con piezas de época» para «mantener la estética original», explica frente al modelo celeste resplandeciente que el canadiense puede usar cuando está en la isla.

Motociclistas Harley-Davidson en una calle de Varadero durante un mitin de entusiastas, 11 de febrero de 2023 en Cuba © YAMIL LAGE / AFP

Como los coloridos sedanes que hacen famosa a Cuba (estimado en 60 000), motocicletas anteriores a 1960, incluidas las Harley-Davidson no se pueden exportar por ser considerados «patrimonio nacional».

Una colección adicional en el museo al aire libre de vehículos antiguos en que se ha convertido Cuba a lo largo de los años.

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