Cuba y Canadá investigan si fumigación afectó a diplomáticos en La Habana
LA HABANA,3 marzo Científicos de Cuba y Canadá investigan si alguna toxina de fumigaciones antimosquitos es la causante de los dolores de cabeza y malestares que aquejaron a diplomáticos canadienses y estadounidenses en La Habana, denunciados inicialmente como «ataques acústicos».
«Nosotros no negamos que un grupo de diplomáticos se sintiera mal y estuviera enfermo. Puede haber distintas explicaciones. Los canadienses piensan que pudo haber una intoxicación por el uso excesivo de pesticida» para mosquitos transmisores del dengue, explicó a la AFP el director del Centro de Neurociencias en Cuba, Mitchell Valdés-Sosa.
«Estamos abiertos a discutir cualquier idea y hacer una investigación científica. Estamos con los canadienses ahora estudiando grupos cubanos que (por su trabajo) estuvieron expuestos a pesticida para ver si es verdad la hipótesis» explicó.
La investigación está en curso y debe estar lista en un mes, explicó Valdés-Sosa, en un receso del seminario «Is There a Havana’s Syndrome?», que reúne en la capital de la isla a profesionales de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Nueva Zelanda.
«En varias partes del mundo hay la evidencia de que si estás expuesto a insecticidas, aunque sea en dosis bajas, de forma crónica, algunas personas desarrollan síntomas neurológicos. No descartamos la hipótesis», agregó.
Valdés-Sosa rechazó que las enfermedades respondan a un «ataque acústico» contra diplomáticos denunciado por Estados Unidos en 2017, y que motivó a Washington a retirar gran parte de sus funcionarios de la isla y dejar a su embajada funcionando en mínimos.
Los afectados aseguraron sufrir mareos, dolores de cabeza, dificultades en la concentración y pérdida auditiva. Hasta el momento no hay una explicación a lo ocurrido.
El caso empañó el histórico acercamiento entre Washington y La Habana durante la administración Obama. A su llegada al poder, Donald Trump inició una escalada de sanciones contra la isla.
Canadá también retiró a varios de sus diplomáticos denunciando problemas de salud similares.
Valdés-Sosa recordó que Cuba ha planteado a Washington realizar investigaciones conjuntas del caso, sin obtener respuesta.
«Los diplomáticos estadounidenses y canadienses están sufriendo de algo, no están fingiendo su enfermedad (…) si la causa es algún tipo de arma de rayos mágicos o algún tipo de exposición química o es puramente psicogénica…No lo sabemos», comentó Mark Cohen, profesor y neurólogo de la Universidad de Los Ángeles.
Cohen, especialista en el desarrollo de tecnología de ultrasonido, aseguró que es difícil pensar que exista «un aparato que cause daño cerebral a través de un arma remota dirigida», principalmente a través de las estructuras de concreto de La Habana.
En tanto, para Valdés-Sosa, hay «algunos enfermos por alguna causa, otros con enfermedades pre existentes», pero si de pronto «el gobierno (de EEUU) les dice (a sus diplomáticos), ustedes están bajo ataque, las personas se ponen ansiosas y eso amplifica cualquier síntoma».
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