Autoridades culpan a la población de ser foco contaminante de la Bahía de La Habana

Bahía de La Habana

LA HABANA, 29 dic. (DDC) La población es la mayor fuente de generación de residuales sólidos que llegan a la Bahía de La Habana, según dijo al diario oficial Granma,Mercedes Gzegozewski González, directora de Gestión Ambiental del Grupo de Trabajo Estatal-Bahía de La Habana (GTE-BH).

El Gobierno culpa de la contaminación en la rada habanera a las personas que vierten la basura en los ríos. La población termina arrojando en los afluentes cercanos los residuos que los servicios estatales son incapaces de gestionar.

Es lo que sucede, por ejemplo, en el río Luyanó que separa Lawton, en 10 de Octubre, de San Miguel del Padrón, o el Martín Pérez, también en este último municipio.

Sus vecinos se quejan de la falta de contenedores para depositar la basura y el prolongado tiempo que transcurre para la recogida de los desechos.

Los puentes sobre estos afluentes son un sitio de pestilencia y desechos apilados a montones sobre terreno y aguas.

Gzegozewski señala que los residuales domésticos están conectados a los ríos y al alcantarillado de la capital y, además, existe un nivel bastante elevado de pobladores que se ha conectado de manera ilegal a los drenajes pluviales.

Todo esto influye en el hecho de que el río Luyanó aporte el 20% de la contaminación de materia orgánica y nutriente a la bahía.

Según la especialista, diferentes entidades en la capital, con ayuda extranjera, están iniciando estudios para construir cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR) que sirvieran como barrera contenedora.

Con la finalización de este proyecto se pretende que reciban tratamiento las aguas residuales municipales que llegan a través del drenaje pluvial Agua Dulce, los residuales de seis industrias y la capa superficial del río Luyanó.

Hasta el momento, solo las PTAR Luyanó IV y Mantilla están en los inicios de su funcionamiento y aún en espera de concluir se encuentran las obras de Monterrey (para inicios de 2019), La Prosperidad y San Matías, estas últimas en San Miguel del Padrón.

Cuando esté funcionando a total capacidad, la Luyanó IV será capaz de procesar en la primera etapa 200 litros por segundo de aguas residuales y, concluida la segunda, llegará hasta los 400 litros por segundo.

Propiciará la reducción de la contaminación de las aguas de la Bahía de La Habana, favoreciendo la progresiva recuperación de este ecosistema.

Procesos industriales y el saneamiento ambiental

Desde 2014, la Bahía de La Habana y su áreas de amortiguamiento son consideradas Zona de Protección, lo cual está amparado por la Resolución 13 de la Comisión Nacional de Monumentos, adscrita al Ministerio de Cultura.

Esta zona se ha caracterizado durante muchos años por su función marítimo-portuaria solamente, lo cual incide en el alto grado de contaminación existente. Ahora el Gobierno pretende darle fines más turísticos y recreativos.

Según el GTE-BH, en los 20 años de creado, se ha logrado disminuir la carga contaminante de las entidades alrededor de la Bahía de La Habana en un 78%.

Para ello se han desactivado algunas empresas, entre ellas las centrales eléctricas Antonio Maceo y Frank País; se sacaron completamente de la cuenca de la bahía los mataderos Ciro Redondo, Jesús Menéndez y Antonio Maceo, que vertían niveles altísimos de contaminación, la empacadora El Miño, una fábrica de levadura, y la planta de refinación de aceite comestible Alberto Álvarez, entre otras instalaciones.

De acuerdo con el libro del Plan Maestro sobre la Bahía de La Habana, «la refinería Ñico López está considerada entre los tres focos con mayor aporte de contaminación por el vertimiento de residuales líquidos, la emisión de gases contaminantes a la atmósfera y al suelo, lo que puede provocar contaminaciones ocasionadas por compuestos químicos orgánicos dañinos para la salud humana y el medioambiente».

Esta refinería, agrega el documento, aporta el 90% de la carga contaminante total que recibe la Bahía de La Habana de las industrias que vierten sus residuales allí.

Sin embargo, la directora de gestión ambiental del GTE-BH consideró que, si bien es cierto que estas cifras son una realidad, la Ñico López contempla en su proceso inversionista mejorar los impactos medioambientales que genera.

Dijo que la barrera fija de la refinería fue afectada por la ocurrencia de fenómenos meteorológicos y en estos momentos se está trabajando en función de solucionar los problemas, aunque Granma no pudo constatarlo in situ.

Otras entidades que aportan son las pertenecientes a la Industria Alimentaria, con el 1,6% de la carga contaminante que llega a aguas de la Bahía de La Habana.

La rada habanera tiene un perímetro de 18,9km, una profundidad total de 9m y un volumen de agua de 47 millones de metros cúbicos para un área total de 520 hectáreas.

Alrededor de la cuenca tributaria con un perímetro costero de 6km conviven 906.000 habitantes.

En Cuba la principal fuente de contaminación proviene del vertimiento de residuales y emisiones sin tratar o inadecuadamente abordadas hacia cuerpos de agua. También del deficiente manejo de desechos peligrosos y productos químicos tóxicos.

Según han admitido autoridades, la obsolescencia tecnológica, la carencia de sistemas de tratamiento de emisiones y de capacidades de monitoreo, la insuficiencia de alcantarillado, el desconocimiento de lo que establecen las regulaciones y normas técnicas, la falta de responsabilidad y el poco mantenimientos de los sistemas contribuyen al deterioro ambiental.